Queridos amigos,
En el correo electrónico del 15/09/2020 les recordé las actitudes concretas para encarnar en nuestras vidas las intenciones de oración del Papa del 2021 y que la clave para entenderlas era la Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común.
Brújula del año: Fraternidad y amistad social
En la reunión del primer miércoles del mes, en diciembre, dijimos que toda la Red Mundial de Oración del Papa (con nuestra rama juvenil, el MEJ), estaba invitada a vivir El Camino del Corazón bajo la luz de la Encíclica Fratelli Tutti. En junio de 2019 el Papa Francisco nos recordó que el fundamento de nuestra misión es la compasión por el mundo. En diciembre nos pidió que este año pudiéramos profundizar su Encíclica Fratelli Tutti.
El Camino del Corazón es la brújula de nuestra misión, por eso este año estamos invitados a profundizarla a la luz de Fratelli Tutti, que nos muestra de manera concreta cómo vivir nuestra misión de compasión por el mundo. Les invito a profundizar El Camino del Corazón en relación con Fratelli Tutti, adaptándolo para los jóvenes del MEJ.
Bajo el signo de San José y de la Sagrada Familia
El Papa también invita a toda la Iglesia a poner este año bajo el signo de San José. Si todos somos hermanos y hermanas es porque tenemos un solo Padre, Creador del cielo y de la tierra, del Universo visible e invisible. En su Carta Apostólica Patris Corde, el Papa Francisco nos confía: ” Deseo imaginar que Jesús tomó de las actitudes de José el ejemplo para la parábola del hijo pródigo y el padre misericordioso (cf. Lc 15,11-32). (PC4). «Jesús vio la ternura de Dios en José” (PC2) Los invito a leer y meditar los seis puntos que propone sobre lo que significa tener un corazón de padre, que puede ayudar a muchos padres y familias.
A partir de marzo de 2021 también se ha convocado un año especial dedicado a la familia #AmorisLaetitia, que se inaugurará en la próxima solemnidad de San José.
En Jesús, nuestra esperanza,
Frederic Fornos SJ
« En este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica y por los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la pandemia del coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad. Y Dios nos la ofrece dándonos a su Hijo Jesús: no una fraternidad hecha de bellas palabras, de ideales abstractos, de sentimientos vagos… No. Una fraternidad basada en el amor real, capaz de encontrar al otro que es diferente a mí, de compadecerse de su sufrimiento, de acercarse y de cuidarlo, aunque no sea de mi familia, de mi etnia, de mi religión; es diferente a mí pero es mi hermano, es mi hermana. Y esto es válido también para las relaciones entre los pueblos y las naciones: Hermanos todos. »
Papa Francisco – Navidad 2020 #UrbiEtOrbi