Comentario para Radio Vaticano
P. Frédéric Fornos sj
Intención Universal
Para que cada uno contribuya al bien común y a la construcción de una sociedad que ponga al centro la persona humana.
El desafío de la humanidad y de la misión de la Iglesia de este mes es una preocupación del Papa desde el principio de su pontificado, al cual vuelve una y otra vez, de forma diversa, pues no podemos continuar con el sistema actual que produce exclusión y violencia. Una sociedad más humana es necesaria. Y no basta solo decirlo o pensarlo. Esta intención universal no es una idea a meditar tranquilamente, como quien toma el té en un salón charlando sobre cómo el mundo de “tendría que ser”. Es un grito que sale del corazón de Francisco al ver y escuchar todos los que sufren precariedad, exclusión, con condiciones de vida difícil o marginada, sin trabajo o justo lo necesario para vivir. Muchas veces no lo vemos pues estamos en una burbuja confortable, en una cultura del bienestar que nos anestesia, que nos hace difícil salir de nosotros mismos. Por eso Francisco invita a la Iglesia a ir hacia las periferias, y por eso invita las organizaciones de trabajadores pobres y excluidos al Vaticano (como lo hará de nuevo a principios de noviembre), para que podamos construir una sociedad más humana.
Esta intención universal no nos puede dejar tranquilos, es un desafío de la humanidad, y como tal tiene que movilizar nuestra oración y acción. El Papa lo repite una y otra vez: “Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano” (EG 58), o aun “La crisis financiera que atravesamos nos hace olvidar que en su origen hay una profunda crisis antropológica: ¡la negación de la primacía del ser humano!” (EG 55). El ser humano reducido a una sola de sus necesidades: el consumo. ¿Podemos continuar así, cerrando los ojos y los oídos al sufrimiento de tantos? Tenemos que contribuir a otra sociedad, una sociedad que ponga al centro la persona humana. “Porque – como dijo el Papa a los Jesuitas en Polonia – el pensamiento liberal, que saca al hombre del centro y pone en el centro el dinero, no es la enseñanza que nosotros podemos dar”
Esto implica cambiar de estilo de vida, hacia un estilo sobrio y solidario. Pues como dice Francisco en El Video del Papa de este mes : la crisis que atraviesa el mundo “no es solamente económica y financiera, también es ecológica, educativa, moral y humana” A principios de agosto todos los medias decían que habíamos consumido ya el “presupuesto” de la naturaleza para el año 2016, o sea: “a partir de ese día hemos empezado a consumir más de lo que la Tierra puede generar, y estamos viviendo a crédito, un crédito que las próximas generaciones tendrán que pagar…” (Entre Paréntesis -Adilia V. Estrada). El grito de la Tierra es también el grito de los pobres. No se puede separar el uno del otro. Contribuir al bien común, es también contribuir a nuestra “casa común”.
Por eso desde el 1ero de septiembre, Día Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, hasta el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, estamos movilizados, como Red Mundial de Oración del Papa con el Movimiento Católico Global por el Clima (el cual reúne más de 300 asociaciones y organismos católicos al servicio de una ecología integral) y con el Consejo Mundial de las Iglesias, ACT Alliance, y GreenFaith, los cuales reúnen Iglesias y organizaciones protestantes y ortodoxas, pues otro estilo de vida es necesario (Laudato Si n° 206) Cf. SeasonOfCreation
Para construir esta sociedad más humana que el Papa nos propone la voluntad no es suficiente. Este cambio pide una conversión profunda de nuestras vidas. Es la oración, la cercanía a Jesús, a su palabra, que transforma nuestro corazón y nos puede ayudar a vivir cada día más con un estilo sobrio y solidario. Un estilo que con pequeños gestos y decisiones cotidianas contribuya al bien común y a la construcción de una sociedad que ponga al centro la persona humana.
Frédéric Fornos sj
Director Internacional
Red Mundial de Oración del Papa y MEJ