Para que con espíritu misionero, las comunidades cristianas del continente asiático anuncien el Evangelio a todos aquellos que aún lo esperan.

Videomensaje a la primera conferencia filipina sobre la nueva evangelización. Papa Francisco.

A través de esta conferencia, espero que podáis experimentar de nuevo la presencia amorosa de Jesús en vuestra vida, amar más a la Iglesia y compartir el Evangelio con todas las personas con humildad y alegría. No os canséis de llevar la misericordia del Señor a los pobres, a los enfermos, a los abandonados, a los jóvenes y a las familias. Dad a conocer a Jesús en el mundo de la política, de los negocios, de las artes, de la ciencia, de la tecnología y de los medios de comunicación social. Haced que el Espíritu Santo renueve la creación y lleve justicia y paz a Filipinas y al gran continente asiático, que está muy cerca de mi corazón.


18 de octubre de 2013

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Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. Papa Francisco.

21. La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera. La experimentan los setenta y dos discípulos, que regresan de la misión llenos de gozo (cf. Lc 10,17). La vive Jesús, que se estremece de gozo en el Espíritu Santo y alaba al Padre porque su revelación alcanza a los pobres y pequeñitos (cf. Lc 10,21). La sienten llenos de admiración los primeros que se convierten al escuchar predicar a los Apóstoles «cada uno en su propia lengua» (Hch 2,6) en Pentecostés. Esa alegría es un signo de que el Evangelio ha sido anunciado y está dando fruto. Pero siempre tiene la dinámica del éxodo y del don, del salir de sí, del caminar y sembrar siempre de nuevo, siempre más allá. El Señor dice: «Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido» (Mc 1,38). Cuando está sembrada la semilla en un lugar, ya no se detiene para explicar mejor o para hacer más signos allí, sino que el Espíritu lo mueve a salir hacia otros pueblos.

22. La Palabra tiene en sí una potencialidad que no podemos predecir. El Evangelio habla de una semilla que, una vez sembrada, crece por sí sola también cuando el agricultor duerme (cf. Mc 4,26-29). La Iglesia debe aceptar esa libertad inaferrable de la Palabra, que es eficaz a su manera, y de formas muy diversas que suelen superar nuestras previsiones y romper nuestros esquemas.

23. La intimidad de la Iglesia con Jesús es una intimidad itinerante, y la comunión «esencialmente se configura como comunión misionera».[20] Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie. Así se lo anuncia el ángel a los pastores de Belén: «No temáis, porque os traigo una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo» (Lc 2,10). El Apocalipsis se refiere a «una Buena Noticia, la eterna, la que él debía anunciar a los habitantes de la tierra, a toda nación, familia, lengua y pueblo» (Ap 14,6).


24 de noviembre 2013

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COMENTARIO 

A Asia se le considera una mezcolanza o encuentro de pueblos, culturas, religiones y principios socio-políticos. Si usamos términos culinarios, Asia es como una ensaladera o jofaina donde se mezclan todos los ingredientes. Esa es la mejor forma de describir Asia en su contexto moderno. Esa mezcla o aglomeración de gentes y culturas puede compararse a cualquier sistema de transporte metropolitano en las grandes ciudades.

¿Qué es lo que vemos en un transporte público? Un hombre de chaqueta y corbata, evidentemente camino de su oficina; una mujer con su bolsa de mano colgada del hombro y gafas de sol; un grupo de jóvenes, algunos con auriculares musicales, mientras otros siguen atentamente leyendo sus teléfonos móviles; quizá un anciano que acarrea una bolsa grande con botellas de plástico vacías para vender como material de reciclaje; quizá, también, una anciana en su silla de ruedas, ayudada por un asistente, posiblemente reciente inmigrante…Todos, en fin, representantes de pueblos, profesiones y niveles sociales distintos. Esa es la imagen cosmopolitana del Asia que conocemos hoy.

En un artículo aparecido en AsiaNews de internet, el Cardenal Luis Antonio Tagle de Manila, durante la preparación de la Conferencia Filipina de Evangelización, mencionó que esa reunión o congreso ayudaría “a sus delegados de Asia a descubrir y rejuvenecer su Fe y llevar a la Iglesia de estas regiones hacia la evangelización al ritmo de los tiempos modernos.” El mismo prelado añadía: “La nueva evangelización no consiste precisamente en nuevas estrategias. Es una nueva experiencia del mismo Jesús”. Esa nueva experiencia nos debe recordar dos historias narradas en el Evangelio de Juan. Primero, la invitación de Jesús a los discípulos, “venid y ved”, cuando le preguntaron “¿dónde vives?” (Juan 1: 38-39). La segunda ocasión fue la historia de la mujer Samaritana junto al pozo (Juan 4: 3-42). Ambas historias aparecen en forma de diálogos, en encuentros de personas con distintas ideas y sentimientos viniendo de culturas y pueblos distintos.

Debemos invitar a las gentes a que vean dónde vive Jesús, para comprender las historias del evangelio y las expresiones de la escritura. “Ir y ver” implica que los Cristianos debemos estar dispuestos y preparados a dar la bienvenida a la curiosidad, preguntas, dudas y hasta el rechazo de otros.

Sin embargo, lo más importante sigue siendo nuestra “experiencia renovada de Jesús” del Evangelio. Como seguidores del mismo Jesús debemos, escuchando su palabra y hablando con él, encontrar nuestro Señor, siempre presente et vivo. De la misma forma, debemos buscar cómo aplicar esas palabras a nuestra vida presente y el nuevo entorno cultural. Fortalecidos en la Fe, debemos compartir la experiencia de Jesús con los demás. Hablar de él y andar con él.

En segundo lugar, hay que llevar a Jesús a los demás. Esto se puede hacer de diversas formas. Espiritualmente, usando los medios de comunicación y hablar de Jesús. En los tiempos actuales, podemos hacer uso de todas las tecnologías de comunicación, las mejores aliadas de la evangelización. Nunca hemos conocido, en la historia de la humanidad, métodos más rápidos de conocer o informar a las gentes de lo que se dice o piensa en el resto del mundo.

Jesús debiera convertirse en tema común de nuestras conversaciones. Desde la temática pastoral, nuestra presencia o acercamiento a los más necesitados no debiera decaer. Debemos seguir visitando hospitales, lugares de desastres naturales, prisiones y personas en cualquier peligro. Jesús no solamente envió discípulos a Samaria, sino que ayudó a cambiar las vidas de quienes estaban perdidos. Jesús supo dialogar con una mujer que nunca pudo orientar su vida con otros hombres, hasta que, finalmente, supo rehacer su propia vida: otro hombre, después de todo, que supo darle a beber del “agua que da vida”.

Roguemos por la evangelización y el conocimiento del mensaje de Jesús a todos los pueblos y hermanos/hermanas nuestros de Asia.

Fr. Alfredo Rollon, SVD
AP National Director Hong Kong

Texto original: Inglés