La oración es una dimensión invisible de nuestra vida. A menudo se puede olvidar pues no se ven inmediatamente sus frutos, su fecundidad. Como la semilla en la tierra necesita tiempo… pero su fecundidad es inmensa, como dice el Evangelio: produce treinta, sesenta y hasta ciento por uno (Mc 4,20). La oración es esencial para la misión de la Iglesia.
Gracias por orar por las intenciones de oración del Papa, disponibles à la misión de compasión de Cristo.
Equipo Internacional