Cuando en 1865 Pío IX pidió a los católicos, adultos y jóvenes, que acudiesen en su ayuda, el P. Cross, en Bordeaux (Francia), basándose en la idea que llevo al P. Gautrelet, sj, a iniciar el Apostolado de la Oración, llamó a los jóvenes a apoyar al Papa con sus oraciones, horas de silencio, sacrificios y comuniones.

La idea se difundió con gran rapidez por los Colegios y Residencias de todo el mundo católico. Así entraron los primeros niños , conocidos como “los Cruzados”, en esta dinámica de oración y entrega.

El primer Congreso Internacional se celebró en 1881 en Lille. Para entonces, ya se habían alcanzado los 100.000 miembros en todo el mundo entre los cuales estará Teresa de Lisieux, que formó parte de él desde los 12 años.

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Cuando a Santa Teresa de Lisieux sus hermanas le reprochan de dejar su cuarto de la enfermería cuando ella estaba muy enferma, ella les responde: “Pero yo camino por un misionero”. Esta manera de orar en el Apostolado de la Oración, que ella interioriza desde muy joven, la conduce a un camino de santidad y a ser reconocida más tarde como la patrona de las misiones, con San Francisco Javier.

A partir de 1910, motivados por los nuevos decretos del Papa Pío X, el AO desea favorecer la comunión de los niños y los invita a interceder por la paz en este período de la guerra europea y después mundial. En 1914 el Congreso Eucarístico internacional en Lourdes llama a “una gran liga eucarística de pequeños que suscitaría desde la infancia un movimiento general hacia la Hostia”.

Animados por el Congreso Eucarístico, algunos grupos se organizan. Se habla de “Ligas eucarísticas” y de “cruzadas de oración infantil”. Algunos entre ellos se vinculan al Apostolado de la Oración y se organizan para rezar por la paz. Es en el seno de la Cruzada de Bordeaux, creado el 13 de noviembre de 1915 por el padre Albert Bessières sj y Geneviève Boselli, que tiene origen la “Cruzada Eucarística” como tal.

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El cambio de denominación se inició en 1960. Ese año, durante la peregrinación los delegados de la Cruzada Eucarística de Francia a Roma, Juan XXIII evitó emplear la palabra «cruzada» en su alocución, llamando al grupo de peregrinos: “niños del Movimiento Eucarístico francés”.

La adopción del nombre Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ) como definitivo se produjo la Asamblea de Cardenales y Obispos de Francia en 1962.

Esto no fue sólo un cambio de nombre, sino también una renovación en la pedagogía, que se extendió rápidamente por otros países. 

«Atención especial debe prestarse a los niños y jóvenes que constituyen el Movimiento Eucarístico Juvenil, versión actual de la clásica Cruzada Eucarística». Alocución dirigida al Congreso de Secretarios Nacionales del AO de 1985 por Juan Pablo II

«La Compañía sostiene y promueve este servicio pastoral (el Apostolado de la Oración) que le ha confiado el Santo Padre, como también el Movimiento Eucarístico Juvenil». Decreto sobre la colaboración de los laicos en la misión de la Congregación General de la Compañía de Jesús, 1995.