

A los directores y coordinadores de la Red Mundial de Oración del Papa (MEJ)
Estos últimos días hubo ataques de ultraconservadores, con apoyos periodísticos, como en repetidas veces, buscando desestabilizar al Papa Francisco así como la reforma de la Iglesia. En la tradición espiritual aprendemos que cuando el “enemigo de la naturaleza humana” intenta buscar connivencia en los corazones, para arrastrarlos de su lado e intentar destruir la obra de Dios desde el interior de la misma, aparece como Ángel de luz para confundir. Toda la tradición espiritual, como el libro de Bergoglio “Silencio y palabra” (1990), nos invita a no contestar de frente.
Frente a tales ataques la mejor respuesta, como nos lo enseña el mismo Jesucristo en su Pasión, es el silencio, inspirado por el Espíritu Santo. Austen Ivereigh, su biógrafo, comenta: “este tipo de silencio supone una elección deliberada de no responder con una autodefensa intelectual o razonada, la cual en el contexto de confusión, de reproches y contra-reproches y medias verdades, no hace más que alimentar el ciclo de acusaciones y contra-acusaciones histéricas”. Pide coraje guardar silencio pero es así que se desvela, detrás de la apariencia inicialmente luminosa del ángel, el demonio (= el que divide), dando a ver sus verdaderas intenciones. Es propio al discernimiento en los Ejercicios Espirituales.
Lo dice Bergoglio-Francisco en su libro de “Silencio y palabra”: “En momentos de oscuridad y gran tribulación, cuando los nudos y enredos no pueden desenmarañarse y enderezarse, ni tampoco clarificarse las cosas, entonces tenemos que callarnos. La mansedumbre del silencio nos mostrará aún más débiles, con lo que será el diablo quien, fortalecido, salga a la luz y nos muestre sus verdaderas intenciones, ya no disfrazado de ángel sino desenmascarado”.
En la Audiencia privada que tuve este viernes con el Santo Padre le aseguré del apoyo y de la oración de toda su Red Mundial de Oración (incluyendo el MEJ).
Las manifestaciones de nuestro apoyo y oración tienen que ser sencillas. Podemos orar por él, y también sencillamente recordar que nuestra misión es orar por sus intenciones, lo que significa también rezar por él, puesto que lo que las intenciones expresan son sus preocupaciones y discernimiento por el mundo y la Iglesia
Unidos en el Corazón de Jesús
Frédéric Fornos SJ
Director internacional