Despertar la capacidad misionera

 

La misión de la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración) es despertar nuestra capacidad misionera.

“La intimidad de la Iglesia con Jesús es una intimidad itinerante, y la comunión «esencialmente se configura como comunión misionera». Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie” Francisco – La alegría del Evangelio n°23

El Apostolado de la Oración nace en 1844 profundamente unido a la misión de la Iglesia y a la contemplación de los problemas del mundo, que al poco andar se concretizaron en la oración por las intenciones de la Iglesia y del Papa. Nos lleva por un “camino del corazón” que centra la vida en una relación personal y afectiva con Jesucristo, para hacer nuestra la compasión de Jesús y para ofrecerle nuestra disponibilidad apostólica (N°8 Un camino del corazón).

  • Este camino es, antes que todo, una ayuda para concretar, desarrollar y mantener una actitud diaria de disponibilidad apostólica, mediante el ofrecimiento de la propia vida.
  • Es una propuesta que ayuda a unir la vida cotidiana a la misión que Dios tiene para cada uno, en docilidad a su Espíritu. Es reconocer que el corazón de cada cristiano es un terreno fértil de llamada y de compromiso con la misión de Cristo Resucitado.

El Apostolado de la Oración se pone al servicio de las diócesis y de las comunidades cristianas para apoyar la formación de los laicos y ayudar a la revitalización espiritual de grupos eclesiales y Parroquias, en una perspectiva misionera.

Muchos grupos del AO en el mundo se comprometen ya, según sus posibilidades, en la dinamización de la vida espiritual de las comunidades cristianas a las que pertenecen.