Somos
Una comunidad global de oración y misión
Caminamos juntos, unidos por las intenciones de oración del Papa, dejando que nuestros corazones se conmuevan ante las profundas necesidades del mundo. Mediante la oración y la compasión, respondemos -con millones de personas- allí donde el amor es más necesario.
Arraigados en la fe,
abiertos al mundo
La Red Mundial de Oración del Papa es una Obra Pontificia confiada a la Compañía de Jesús. Estamos presentes en más de 90 países, formando una comunidad espiritual de más de 22 millones de personas que tratan de vivir cada día con disponibilidad para la misión de Dios.
En el centro de nuestra vida están las intenciones mensuales de oración del Papa, que nos invitan a centrarnos en los desafíos apremiantes a los que se enfrentan la humanidad y la Iglesia. Estas intenciones nos ayudan a ver, a sentir y a servir con un corazón como el de Jesús.
Crecemos juntos a través de un camino espiritual llamado El Camino del Corazón, que nos ayuda a conocer a Jesús más íntimamente, a escuchar al mundo con compasión y a ofrecer nuestras vidas con mayor profundidad y libertad.
No somos solo individuos que rezan: somos un cuerpo vivo, una familia global que cree que la oración puede despertar los corazones, superar la indiferencia y provocar un cambio real.
A través de la oración, el servicio y la formación espiritual, conectamos corazones de todos los continentes, creciendo en compasión y solidaridad. Pero esto es algo más que rezar: es una misión para vivir el Evangelio a diario, transformando nuestras vidas y el mundo a través de un itinerario que llamamos «El Camino del Corazón."
Y eres bienvenido a esta familia.
Nuestra historia
De un pequeño comienzo
a una Misión Global
Nuestra historia comenzó en 1844 en Vals-près-le-Puy, Francia, cuando se animó a un grupo de jóvenes jesuitas a ofrecer su vida cotidiana en oración por la misión de la Iglesia. Aquel acto sencillo y generoso dio origen a lo que se convertiría en el Apostolado de la Oración, unmovimiento espiritual que generaría una red de comunidades enraizadas en el Corazón de Jesús, ofreciendo cada día con amor y disponibilidad.
Con el paso de los años, el movimiento se extendió rápidamente. En
En 1915, respondiendo a la llamada del Papa, nació la rama juvenil: el Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ), antes conocido como Cruzada Eucarística, que animaba a niños y jóvenes a rezar y comulgar frecuentemente por la paz en el mundo.
A lo largo del siglo XX, el Apostolado de la Oración siguió siendo un puente espiritual entre los fieles y la misión de la Iglesia. Pero en el siglo XXI comenzó un nuevo momento de renovación. En 2009, se puso en marcha un proceso de re-creación, y en 2014, el Papa Francisco aprobó una identidad renovada: la Red Mundial de Oración del Papa.
Desde entonces, la red ha crecido en profundidad, en herramientas digitales y en presencia global, acogiendo a nuevos grupos de todo el mundo con diversos carismas que deseen unirse a esta misión. También ha desarrollado nuevas iniciativas como Click To Pray, The Pope Video y el Camino del Corazón. En 2018, el Papa la reconoció oficialmente como Obra Pontificia, y en 2020 se convirtió en Fundación Vaticana. Los estatutos definitivos se publicaron en julio de 2024.
Desde una pequeña ofrenda en un seminario francés hasta una comunidad global de más de 22 millones de personas, seguimos recorriendo este camino: orando, creciendo y respondiendo con compasión a los retos del mundo actual.
Nuestro fundamento espiritual
El Camino del Corazón
La Red Mundial de Oración del Papa está enraizada en la espiritualidad del Corazón de Jesús. En el centro de esta espiritualidad hay un camino que llamamos El Camino del Corazón, unviaje que nos ayuda a acercarnos a Jesús alineando nuestros corazones con el Suyo: Sus deseos, Su compasión y Su misión.
Este camino es un proceso profundamente humano y espiritual, cuidadosamente modelado para ayudarnos a escuchar, sentir y responder como Cristo en nuestra vida cotidiana. A través de él, aprendemos a acoger y servir al Reino de Dios con corazones abiertos al amor y movidos por la misericordia, como enseña la encíclica Dilexit Nos (2024).
Vivir dos dimensiones inseparables
Compasión por el mundo y por la humanidad
Las personas que aceptan y rezan por las intenciones del Papa abren sus ojos y sus corazones a las necesidades del mundo a través de este camino espiritual particular, haciendo suyos los gozos y las esperanzas, las penas y los sufrimientos de la humanidad y de la Iglesia, y se inspiran para realizar obras espirituales y corporales de compasión. De este modo, viven un camino espiritual que les permite dejar atrás la «globalización de la indiferencia" y abrirse a la compasión por el mundo.
Comunión con la misión del Hijo
A través de este camino espiritual, animado y coordinado por la RPMP, se reaviva la vocación misionera y sacerdotal del bautizado, que permite colaborar en la vida cotidiana con la misión que el Padre ha confiado a su Hijo. De este modo, la persona se vuelve interiormente disponible a la llamada de Dios, a través de Su Espíritu Santo, que interpela y guía a todo corazón y conciencia humanos hacia el bien.
Continúa con

